Para muchos aficionados, el interés en el cultivo comienza en la juventud, cuando tienen más tiempo disponible antes de compromisos familiares y laborales. Sin embargo, con el tiempo, las responsabilidades aumentan y encontrar tiempo para el cultivo se vuelve más difícil. A medida que los cultivadores adquieren experiencia, pueden establecer sistemas de cultivo que requieren menos atención.
Cantidad de plantas y método de cultivo:
En esta configuración, se emplean lámparas de sodio de alta presión de 600 W, pero el sistema puede adaptarse para utilizar iluminación LED. Se opta por seis plantas por lámpara para reducir la necesidad de trasplantes y riegos. Las macetas más grandes (de 15 a 20 litros) requieren menos atención, ya que proporcionan más sustrato, agua y nutrientes a las raíces. Las seis macetas se colocan en una bandeja de 100 x 110 cm elevada a 60 cm del suelo. Esta disposición facilita el riego y permite recoger el exceso de agua para evitar problemas de humedad en el suelo. Se instala un sistema de riego automático con un depósito de solución nutriente, una bomba de agua y un sistema de goteo para garantizar un riego uniforme. Se incorpora un burbujeador al depósito para mantener la mezcla oxigenada y se toman medidas para prevenir la obstrucción de los goteros.
Genética:
Se recomienda utilizar variedades híbridas bien establecidas y adaptadas al entorno de cultivo. Se sugiere seleccionar plantas vigorosas, de tamaño moderado y con un período de floración corto para simplificar el proceso de cultivo y maximizar los rendimientos.
Clima:
Se utiliza un acondicionador de aire para mantener una temperatura óptima y un generador de CO2 para mejorar el crecimiento de las plantas. Se controla la humedad relativa del aire para prevenir enfermedades fúngicas y se ajusta durante las diferentes etapas de crecimiento y floración.
Crecimiento:
Se inicia el cultivo con esquejes de plantas conocidas por el cultivador, lo que facilita el manejo y el conocimiento de las necesidades de las plantas. Se trasplantan a macetas más grandes después de dos semanas y se riegan con una solución nutritiva adecuada. Durante la fase de crecimiento, se mantiene una temperatura constante y se ajusta el pH del agua de riego regularmente.
Control de plagas:
Se implementan medidas preventivas, como fumigaciones regulares con productos naturales, para evitar infestaciones de plagas. Se realiza una inspección semanal para detectar problemas tempranamente y tomar medidas correctivas.
Floración:
Se cambia el fotoperiodo cuando las plantas alcanzan cierta altura y se inicia la floración. Se ajusta la nutrición y el riego para satisfacer las necesidades de las plantas durante esta etapa crítica. Se controla la altura de las plantas y se toman medidas para evitar que se doblen bajo el peso de los cogollos.
Cosecha:
La cosecha se realiza en varias etapas para facilitar el proceso y permitir que las partes inferiores de las plantas maduren completamente. Esto reduce la carga de trabajo y permite al cultivador manejar otras responsabilidades sin interrupciones prolongadas.